Prólogo de Hernán Brienza; introducción de Germán Cáceres. Responsable editorial: Alejandro Aguado: diseño interior: Santiago K
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Libro con la historieta completa de 110 páginas escrita y dibujada por José Massaroli en 1984. Publicada originalmente en el diario La Voz en el año 1984.
Esta historieta cuenta la vida del coronel Manuel Dorrego, quien luchó por la Independencia Sudamericana en Chile, Argentina, Alto Perú y Uruguay. Precursor del Federalismo, fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y víctima de una siniestra conspiración que llevó a su injusto fusilamiento a manos de Juan Lavalle. Dice Hernán Brienza en su prólogo: Y remarca Germán Cáceres en la introducción:
"...es ante todo, un valioso y artístico testimonio de un hecho sangriento y criminal de
nuestra Historia." Página en Facebook: https://www.facebook.com/pages/Fusilen-a-Dorrego/250680984977744?fref=ts | |||
Dice Andrés Valenzuela en su sitio Cuadritos, Periodismo de Historieta:
En ciertos sentidos, Fusilen a… ¡¡Dorrego!!, de José Massaroli (Juan Moreira), es un viaje al pasado. Por su carácter de biografía histórica y por lo que presenta del recorte del lenguaje de la historieta, considerando su primera aparición, 27 años atrás. Y paradójicamente, es al mismo tiempo profundamente contemporánea, tanto en su faz política como en lo que su formato dice sobre el nuevo escenario comiquero local.
Massaroli basa esta biografía en un trabajo de Enrique Pavón Pereyra publicado en 1982, apenas dos años antes de la aparición de esta obra en un pequeño matutino. Vale ubicarse en la época: 1984, la democracia recién recuperada en Argentina y una efervecencia política muy particular, dada a revisar el papel de cada “prócer” en el proceso de fundación nacional. La figura de Dorrego, suerte de “enfant terrible” de los años revolucionarios posteriores al mayo de 1810, se destaca. Y en cierto modo lo que ensaya el autor, siguiendo al historiador, es una reivindicación del militar y estadista federal frente a la figura -mucho más prominente para las elites porteñas- de su verdugo Lavalle.
El autor, además, informa al lector que Dorrego cayó “víctima de sus propias virtudes” como gobernante. Por causa de su papel como promotor del federalismo y de una opción de gobierno enfocada en el pueblo, usualmente en contra de los deseos unitarios. Su muerte, finalmente, marca el comienzo de una extensa serie de luchas intestinas sangrientas. Su muerte abre la puerta del asesinato como herramienta política de uso común. No es difícil, pues, ver la relevancia que cobraba la figura del ex gobernador de Buenos Aires en el contexto de 1984.
Eso desde una perspectiva histórica. Pero Fusilen… también recorta otro momento, el historietístico. Si bien la obra aparece en 1984, y eso la hace coetánea de la primera Fierro, su raíz es otra. Al punto que desde lo formal se ubica en un lugar difuso entre la historieta y la biografía ilustrada. Massaroli no hace de la secuencia ni del dibujo su principal arma narrativa. Prefiere amplios cuadros de texto profuso, en los que en muchas ocasiones el dibujo funciona como mera ilustración. En este sentido, Fusilen se ubica más cerca de la tradición editorial de Columba y sus deseos de que la revista “dure”, y que dure usando mucho texto.
Seguro, hay motivos en la misma obra que justifican el texto y exceden sobradamente cualquier influencia de Columba que pudiera tener Massaroli, pero no por ello se hace menos notable el momento en que aparece esta obra, sobre todo considerando el período de ruptura formal que surge de la aparición de la otra publicación argentina.
En esta tónica, tiene perfecto sentido que este material aparezca de manos de La Duendes, que trabaja desde hace años en al recuperación de una cierta tradición de historieta argentina. Y como la historia que puede leerse de corrido, es natural que lo haga en un libro, que al cabo es el formato que la historieta adopta en los tiempos que corren
Mención final al apartado gráfico. En particular, a la construcción de ambiente, de vestimentas y de batallas. Pese a ser un militar de carrera, el autor elige no darles un lugar preponderante. Fusilen… no es una historia de aventuras, sino una biografía histórica. El énfasis está puesto en los procesos independentistas y políticos, así que cada combate recibe un par de imágenes, no más, aunque Massaroli se da el gusto de presentarlas en planos largos y bien recreados.