"La calle Perón, oscura y cercana a la luminosa calle Corrientes, edificios antiguos, veredas angostas, bolsas de basura y algunos pibes tomando una cerveza sentados en el piso. Dos sombras se alejaban. La presencia en la calle de uno que sabe que es hacerse el Moreira…. José Massaroli. Con un joven literato como guardaespaldas, ayudó a buscar más tranquilamente el sitio de la presentación, que debía estar en esas arcaicas residencias… Al fin entramos al cuchitril, centro que irradia arte, propiedad de un surrealista realista (su verdadera identidad podría ser Agustín Ricardi). Una escalera de blancos escalones centenarios nos llevo a la cálida presencia de nuestros amigos de la historieta.
Por supuesto que estaba la protagonista de esta historia, Fer Gris, con amigos y familiares.
Fer no quiso hablar demasiado para todo el público, después lo hizo por grupitos, saludo y presento a los músicos. Pudimos escuchar muy lindas canciones de Yupanqui y Spinetta, que tenían una relación indirecta con Walicho, interpretadas por Gabriel Celli y B. Hayden. Después las firmas, bromas, felicitaciones y fotos.
Ahí estaban Ricardi, Keki, Salvador Sanz, Galantz, Lea caballero, Diego Aballay, (Diego y Quique eran esas sombras que crucé, habían regresado y ahora los reconocí) Quique y María Alcatena.
Algunas de las virtudes de la historieta-Walicho, (sin conformarme con escribir el elemental: A mi me encanta) podrían ser: Una historieta del genero gauchesco de autor nuevo y talentoso. Los dibujos de Fer son muy buenos y originales. El dibujo de caballos, que tan bien logra esta artista, es un arte en extinción. Está basado en un cuento de uno de los mejores escritores de la argentina, protagonizado por el niño diablo. De La obra de Hudson dice Borges: “Hudson refiere que muchas veces en su vida emprendió el estudio de la metafísica, pero que siempre lo interrumpió la felicidad.”
Allá lejos y hace tiempo encontré a Walicho en un blog, después de disfrutar del dibujo y ver que era una versión de mi vecino Guillermo Hudson (Vivió acerca de mi casa pero un siglo antes) me convertí en el fan número 1 de esta obra. Titulo que he obtenido en más de una oportunidad, también soy el fan 1 de la historieta emblema de Kokin Kokambar.
Ese cielo violeta de la tapa, que muestra el techo de la pampa de una manera única y magnifica, podría simbolizar toda la obra.
Finalmente en esa noche misteriosa, en esa parte vieja de la ciudad, no aparecieron fantasmas, ni siquiera los más carnales, comunes y aun más temidos miembros del bajo fondo. Pero los seres misteriosos que sin duda estuvieron ahí fueron los duendes patagónicos. Responsables de este libro y parte de esta oleada de nueva historieta argentina."
¡Muchas gracias por la mención, amigazo!
Fer Gris, Massaroli, Aballay, Galantz y Keki
gracias José!!!
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