Szilagyi, Gil, Smilton Roa, Massaroli y Rep
La sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional estaba igual que el año pasado; fue como volver al hogar. Aquí había presentado a ¡¡Juan Moreira!! hacía poco más de un año, bajo un frío polar. Por lo tanto, todo me resultaba conocido y los preparativos se desarrollaron con más comodidad; uno ya se sentía un poco "dueño de casa". Ya no hacía tanto frío.
Esperando a Brienza, con Miguel Rep
Todo Géminis con Lito Fernández: Ramón Gil, Gaspar González, Massaroli y Silvestre Szilagyi
Un verdadero lujo tener al que no dudo en llamar mi Maestro y Amigo, una persona excepcional y un talento fuera de serie en la historieta argentina. Me dio la grata sorpresa de responder a mi invitación con su presencia y resultó natural pedirle que compartiera la mesa con Miguel Rep y Germán Cáceres. Lito aceptó sin vacilar, con lo que mi alegría se multiplicó considerablemente.
Arrancó el escritor y colaborador de La Duendes, Germán Cáceres, quien desarrolló un prolijo examen de las cualidades que supo encontrarle a mi historieta sobre la vida del líder federal y mártir de la causa del pueblo, el coronel Manuel Dorrego. El avezado escritor demostró ampliamente haberse leído las 110 páginas del libro, sin que se le pasara por alto el más mínimo detalle narrativo. A partir de su alocución, todos los presentes (que a esta altura ya eran numerosos), sabían perfectamente la forma en que había sido dibujada la historieta.
Lo siguió Lito, quien no había tenido tiempo de ver el libro, pero supo darle un cariz emotivo y profundo a sus palabras, recordando los tiempos en que llegué a su casa con mi carpeta llena de sueños bajo el brazo y él fue capaz de darme un tablero a su lado, un guión ¡de Dennis Martin! para empezar a trabajar y toda su buena voluntad para poco a poco ir enseñándome los secretos del dibujo "serio" o realista.
Continuó mi viejo y querido amigo Miguel Rep, quien empezó hablando de Dorrego, a lo que lo autoriza el haber tenido a la historia nacional como tema principal de varios de sus libros; pero finalmente no pudo con el genio y empezó a contar antiguas anécdotas de nuestra juventud, cuando compartíamos aventuras y peligros en la Asociación de Dibujantes, en la revista Caras y Caretas, en los años difíciles del funesto Proceso que nos tocó vivir. Fueron momentos muy divertidos, aunque también hubo un instante de verdadera pena al recordar a un querido amigo de aquellos tiempos, Peni, fallecido hace muy poco, y que nos acompañara aquí mismo el año pasado cuando Moreira...
Me tocaba a mi cerrar la charla, y entusiasmado por la calidad y el afecto brindado por los que me habían prededido, no me resulto dífícil explayarme. Hablé sobre las distintas influencias que me llevaron a dibujar la vida de un héroe que no era tan conocido en aquellos tiempos en que lo escribí y dibujé, 1984, pero que merecía serlo con creces, como fui descubriendo a medida que investigaba su vida y hazañas para poder dibujarlas. Fue muy alentador ver cómo la gente oía y se interesaba por saber más sobre el que fuera llamado "El Padre de los Pobres".
Daba por terminada la charla cuando noto movimientos entre el público y una figura conocida que avanza, decidida: ¡llegaba Henán Brienza! El hombre había salido poco antes de La Plata y atravezó los 60 kilómetros a velocidad record para llegar justo a tiempo. Como él dijo: no lo hizo por mi sino por Dorrrego. El escritor y periodista, autor de El Loco Dorrego, libro de cabecera de Hugo Chávez, a quien se lo recomendó nada menos que Cristina Fernández de Kirchner, le dio seriedad histórica al evento al explicar el significado del Mártir de Navarro en la historia nacional, y comparándolo sin vacilar con Juan Moreira, otra figura legendaria en cuyo culto coincidimos.
Brienza, quien supo poner un certero broche de oro a la charla
Luego, todo fue un alegre caos de libros a firmar, amigos que abrazar, brindis por hacer y empanadas que devorar. No faltaron los amigos que dieron una mano, como Gaspar y Ramón, con lo que demostraron una vez más que el espíritu del estudio Géminis sigue vivo; también estaba Frank Szilagyi, fundador del mismo. Los compañeros de estudios en el IDA tampoco podían faltar: Marta, Colamussi, Juaro... una nutrida delegación de La Duendes se hizo presente: Aballay, Galantz, Oenlao, Ríos Blanco... en fin, pasado y presente convocados por la amistad y el interés por nuestra historia nacional.
Mirian Lucchetto, brillante ilustradora y conductora de El Cuarto Ojo
Patricia Szilagyi, talentosa pianista del Quinteto Negro e hija de un gran amigo
Debo agradecer la colaboración de Beto Noy y Los Grutynos, que aportaron el exquisito vino patagónico con el que brindamos, y a Sabores Artesanales Tía Marilú, que pobló las bandejas de riquísimas empanadas ramallenses. Esta vez la gente de la Biblioteca nos tuvo toda la paciencia y nos quedamos hasta las diez de la noche, cuando llegó el momento de levantar campamento, cosa que no resultaba fácil, porque la verdad es que la estábamos pasando muy bien.
El feliz papá de la pianista, Frank Szilagyi
Walter Alarcón, otro gran amigo de aquellos tiempos heroicos
Raúl Barbero, compañero de tantos años de Larguiruchos y patos y amigo de toda la vida
Rubén Torreiro y Ubaldo Galuppo, compañeros y amigos desde los tiempos de Jaime Díaz
Los compañeros de estudios en IDA no me iban a dejar solo: José Colamussi, Juaro y Marta Ayala
Ríos Blanco, Szilagyi, Oenlao, Diego Aballay, Galantz, Gabriel Rearte y Massaroli
No podía faltar un final de fiesta con el grupo de amigos que tuvieron la paciencia de esperar a que todo estuviera listo y desafiando el frío reinante terminamos la velada al pie de respetables pizzas, con la satisfacción del deber cumplido y la alegría de sentirme acompañado por tanta gente entrañable. Una noche para no olvidar.
Gil, Roa, Ribeiro, (¿...?), Rolkiem, Avilez, Massaroli y Ferruchelli, una mesa con gran mayoría de los entusiastas integrantes del grupo Woodiana
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