El sábado 2 de agosto, en el local de Estímulo de Bellas Artes de Ramos Mejía, se realizó la charla y muestra organizada por el grupo Rebrote de la Historieta Argentina/, sobre una figura tal vez única del Noveno Arte nacional: el dibujante y guionista Lucho Olivera.
El amigo Javier Rago, del grupo Woodiana, aportó su importante colaboración. Aquí, con Ávila, Massaroli y otro miembro de Rebrote: Marcelo Bukavek
Si bien Rebrote cuenta con una ya larga historia de lucha por el rescate y la difusión de lo mejor de la historieta argentina, Felipe Ávila, su creador, recibió no hace mucho el renovado apoyo de un grupo de entusiastas amigos de este arte tan querido por nosotros, entre los cuales tengo el gusto de haber sido incluido, y se puede decir entonces que a partir de ahora comienza una nueva etapa de esta agrupación.
Los tres oradores: Massaroli, Alcatena y Salafranque
Cativa, Alcatena, Salafranque, Scholiadis y Massaroli en animado diálogo previo a la charla formal
La primera actividad a desarrollarse fue, precisamente, esta charla, merecido homenaje a un creador no siempre reivindicado por "la historia oficial" de la historieta argentina. El tiempo ha ido otorgándole un luga cada vez más importante a su rabajo, del que puede decirse, a medida que se restauran sus páginas, parafraseando el dicho sobre Gardel: "cada día dibuja mejor".
La charla en pleno desarrollo. Desde las pantallas, Lucho parecía observarnos.
Con Charlie Casares, integrante de Rebrote, y el director de la asociación Estímulo de Bellas Artes, que generosamente prestó su local para el evento.
Participaron de la charla, el reconocido colega Quique Alcatena, el ex ayudante de Lucho, Jorge Salafranque, y un servidor, todos bajo la experimentada coordinación de Felipe. Un atento público acompañó el animado diálogo. Entre los asistentes se encontraban importantes referentes del medio como el dibujante, actor, cantor y periodista Manuel Cativa, el documentalista César Vidal, el periodista radial Alberto Scholiadis y otros amigos de nuestra historieta.
Dos dibujos con cuarenta años de distancia: la página que le copié a un Nippur de Lagash de Lucho en 1972, y un retrato del mismo casi con la tinta fresca.
Con Vidal, autor de la serie de documentales sobre los más grande sartistas de nuestra historieta, hoy documentos verdaderamente irreemplazables.
Misión cumplida: Massaroli, Bucavek, Casares, Alcatena, Ávila y Salafranque
Nostálgicas anécdotas que pintaban de cuerpo entero a este singular creador tan prematuramente desaparecido, allá por 2005, aportaron interés y calor humano a la evocación de un estilo, una pluma, una imaginacíón únicos. Como puntualizó Alcatena: "Lucho no solo era un gran ilustrador, sino que, como no muchos, tenía un Tema." O más de uno: la ciencia ficción, la sefunda guerra mundial, las bellas mujeres... Tenía algo que decir, qué duda cabe... ¡Y cómo lo dijo!
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