Sergi, Guell, Jippes, Marga Querol, Schroeder, Jordi, Miyaura, un editor brasileño y Massaroli
Allí pude conocer en persona a muchos de los artistas que trabajaban para la Egmont, como el holandés Daan Jippes, el finlandés Kari Korhonen, los catalanes César Ferioli, Paco Rodriguez, Marga Querol, Bernádó, Jordi, Sergi, el brasileño Euclides Miyaura, a quien había conocido en la editorial Abril en Sao Paulo durante mi viaje a Brasil en 1981, y también me reencontré con Ulrich Schroeder, Fernando Guell y Byron Eriksson, a quienes ya había conocido en Buenos Aires,
El lujoso hotel en que nos hospedábamos, a pocos pasos del sofisticado Paseo de Gracia, algo así como la suma de la Avenida Alvear y la calle Florida
Interior del estudio de la Egmont en Barcelona
Jippes estaba a cargo del seminario, en el que volvó toda su experiencia en la animación con Disney en Estados Unidos y en las historietas del pato Donald, en las que tuvo el raro privilegio de dibujar guiones del legendario Carl Barks
Schroeder y Guell aportan tambien su esperiencia como artistas y jefes de arte al seminario
Anna Maria Vindt, directora editorial de Egmont, también asistió al seminario
El finlandés Kary Korhonen, del que dibujé algún guión con mucho gusto antes de que él mismo se pusiera a dibujarlos por su cuenta con mucho éxito
Jippes, Massaroli y Schroeder
En algún momento me hice tiempo para darme una escapada por la librería Norma Comics, donde además de comprar una pila de libros,puede apreciar este original del mismísimo Carl Barks
Fueron seis días intensos en una ciudad maravillosa. Poco tiempo me
dejaba libre el seminario, pero lo aproveché hasta el último minuto: A
cada paso me encontraba con Gaudí, por supuesto: en el Parque Guell, en La Pedrera, en la Sagrada Familia, subir al Tibidabo... Lamentablemente mi cámara se estropeó el anteúltimo día y no me quedó ninguna foto de mis andanzas por la Rambla, los museos, el Barrio Gótico... en fin, ¡tendré que volver algún día!
Agradezco las fotos que me enviaron mis compañeros del seminario, sin las cuales no podría ilustrar esta nota.
Fue una gran experiencia en la que conocí grandes artistas y colegas, viví días de intercambio de conocimientos y aprendizaje en un clima especial de camaraderia y amistad.
Y que me permitió pisar por primera vez el suelo europeo y llenarme los ojos de Mediterráneo, el mar que atravesaron mis abuelos alguna vez.
¡Muchas gracias, a través del tiempo y la distancia, a la gente de Egmont que lo hizo posible!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa mucho tu opinión...