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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Un cumpleaños en 1980

 Si 20 años no es nada... ¿40 años ya serán algo? Creo que sí: 

Si bien yo residía nuevamente en Villa Ramallo desde el año anterior, viajaba muy seguido a Buenos Aires por cuestiones del trabajo, y  más de una vez paré en la casa de mi buen amigo Eduardo Lago, quien me ayudó en algunas historietas de las que dibujaba para Gran Bretaña. Por eso, de manera natural, surgió la idea de organizar el festejo por mi cumpleaños en su casa, que contaba con amplio espacio verde al fondo, y se encontraba en San Antonio de Pacua. Muchos colegas y amigos acudieron al llamado en aquel inolvidable 30 de Septiembre de hace apenas... ¡cuatro décadas!

Por suerte, hay testimonios fotográficos de los gratos momentos que pasamos gracias a la hospitalidad y generosidad de Eduardo y su esposa, junto a su pequeña hija. Veámoslos y volvamos a vivir por un momento aquel histórico asado.

 Gaspar González, Suárez, Miguel Rep al fondo, Lucia Chiaramello (amiga de la esposa de Silvestre Szilagy y por su intermedio, de varios de nosotros), y JoséMassaroli

 Eduardo Lago,  gentil anfitrión y gran  amigohasta el día de hoy

  

El asador  oficial: Raúl Barbero.

Abajo: llega Enrique Meier

Mientras se charlaba, guitarreaba y mateaba, el intrépido asador y su ayudante se encargaban de que el asado progresara

 Cilencio,también fue de la partida


Rep, el hijo de Cilencio y su padre


El hijo de Cilencio y Gaspar

  Gatti, Almeida,  su esposa, y Lago

Almeida y Suárez guitarreando bajo la atenta mirada de Meier

Gatti, Suárez, la esposa de Lago, Rep y Schinca

 El asado, la charla, la amistad compartida bajo los árboles, el sol y el aire libre

Schinca y Rep

 Juaro, siempre bien acompañado

Entregando caricaturas hechas ad hoc entre los invitados

 Entregando una caricatura al dueño de casa

 No faltó un movido partido de fútbol, como acostumbrábamos los dibujantes de la ADA

 Suárez y Lago en un contrapunto que siguió "hasta que las velas no ardieron" 

No se lo ve en estas fotos, pero también fue de la partida el recordado Horacio Merel, quien junto con Gaspar, representaron a los amigos del Estudio Géminis, que habia sido invitado en su totalidad.

Fe un largo día, lleno de emociones, que siempre agradeceré la amistad de Eduardo, la paciencia de su esposa, y la alegría que aportaron tantos buenos amigos y hasta algún colega que se apareció por ser amigo de un amigo y que no desentonó en el disfrute de un cumpleaños distinto, especial, irrepetible.

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