AFines de 1970. Alberto Breccia ha decidido abandonar el IDA, donde viene dando un curso de historieta del que salieron capos como Lito Fernández, Mandrafina, Macagno, y muchos talentos más. Sugiere a sus alumnos que no se desperdiguen, que si consiguen un lugar apropiado, él seguirá con las clases.
Así comenzó una experiencia única en el mundo de la historieta argentina: un grupo abierto de dibujantes trabajando juntos, cada unos con lo suyo, pero compartiendo muchas veces sus trabajos, encarando proyectos mancomunadamente, dando y recibiendo consejos, transmitiendo noticias, experiencias, datos. Se había creado mucho más que un estudio: una forma de vida; bohemia, aventurera, apasionada, basada mucho más en el amor por la profesión que por el dinero o la fama.
"Refugio de creadores" lo llamó Gaspar. Así funcionaba La Oficina, como la nombrábamos familiarmente: un dibujante necesitaba un espacio para trabajar y Géminis le abría las puertas. Un dibujante andaba por el centro con ganas de ver a los colegas y tomarse unos mates y Géminis lo recibía. ¡Si hasta había quien venía con la única consigna de jugar una partida de ajedrez!
Unos socios se iban y otros los reemplazaban; así fueron llegando Carlos Barragán, Rubén Villarreal, Hernán Torre Repiso (Yacaré), Horacio Merel, Carlos Leopardi, Gerardo Canelo, Ramón Gil, Alberto Caliva, Angelito Fernández, Edilio Bustos, Huadi... sin contar la legión de amigos que nos visitaban y a veces se instalaban y se ponían a trabajar: Sergio Mulko, Jorge Gemelli, Stella Maris Fusé, Noemí Noel, Horacio Meier, Miguel Prystupa, Victor Braxator (Mannken), Morgan, Douglas Wright, Peni, Rubén Meriggi, Walter Alarcón, Diego Navarro, Ana Favazza, Carlos Della Bianca, Juaro, Pedro Santillán...
Algunas celebridades tuvieron sus primeras lecciones dentro de las verdes paredes de la Oficina: Miguel Rep y Jorge Zaffino entrre ellos, fueron guiados generosamente por Szilagyi, Torre Repiso, Gaspar y otros socios que no dudaban en compartir conocimientos y datos con los jóvenes aspirantes al éxito.
Y un día llegué yo. Conocí a Frank y a Gaspar cuando empecé a trabajar con Lito Fernández, a comienzos de 1975, y al poco tiempo ya me habían invitado a visitarlos. Un día me decidí y cuando la puerta de aquella oficina del noveno piso de la Galería Azul se abrió, me encontré sentado en el piso a Frank, dibujando con el tablero sobre las rodillas, porque ya no cabía más gente; ahí estaban los "titulares" y un par de visitantes: Meier y Prystupa. Me sentí muy bien; ignoraba que pronto yo sería uno más entre ellos.
Sin embargo, pasaron años antes de que eso ocurriera. Fue en 1981, cuando regresé a Buenos Aires sin dinero, trabajo ni alojamiento. Y Géminis fue donde me dieron la mano que necesitaba, donde pude trabajar sin que nadie me reclamara un alquiler hasta que mis cosas se encarrilaron nuevamente; donde tuve una base para moverme en busca de trabajo. En aquellos tiempos, los socios eran sólo Gaspar y Merel, más Ramón Gil como invitado permanente. Supe que había encontrado "un lugar en el mundo".
Allí dibujé en 1982 una historieta que ha permanecido inédita hasta ahora, donde se ve a sus alegres moradores en plena actividad, caricaturizados, claro, recibiendo la inesperada visita de uno de mis personajes más queridos, el guapo que yo dibujaba allí mismo por ese entonces. Ver la historieta completa y más detalles en La Esquina de Orquídeo Maidana.
De La Oficina salían historietas para todas las editoriales del país y del exterior: Columba, Record, Mopasa, Italia, Inglatera, Estados Unidos; se ilustraban libros, se trabajaba para diarios y revistas. Allí Szilagyi dibujó el primer guión de Ricardo Ferrari: Los 7 días del coyote, para Skorpio; allí Merel dibujaba el Cabo Savino y Álamo Jim, Leopardi dejaba tuerto a Nippur en páginas de antología, Caliva navegaba por la Malasia con Sandokan y yo fatigaba los Encuentros Cercanos de Ferrari, todo para Columba; allí abastecíamos a la revista Caras y Caretas con historietas, chistes e ilustraciones; allí Gil creaba su Kama Fu, de "alto voltaje erótico" y Huadi daba vida a sus Carpinchitos; allí nacieron Orquídeo Maidana y Juan Moreira, allí dibujamos Rambo con Gil y Gaspar, allí produjimos cientos de layouts para Hanna-Barbera como colaboradores de Jaime Díaz Producciones, y más, mucho más...
En los 90's, como tantas cosas en nuestro país, la estrella del estudio se fue apagando: cerraban las editoriales, cada uno empezaba a salvarse por su cuenta, crecíamos, nos casábamos, teníamos hijos, nos mudábamos, nos íbamos alejando poco a poco y finalmente, en 1994, Gaspar comprendió que había llegado el momento de cerrar La Oficina; ya no cumplía la función para la que había sido creada. Fueron 23 años.
2005. Con Gil y Mulko en Las Grutas, junto a Beto Noy, el creador de Los Grutynos
Aquí parecería que termina esta historia. pero no. Misteriosamente, el espíritu de Géminis permanece. incesante: nos seguimos viendo, seguimos contándonos la infinitas anécdotas de aquellos tiempos, embellecidas por la nostalgia. El tiempo nos fue aclarando lo que realmente había significado Géminis en nuestras vidas: una hermandad.
Así es como llegamos al 50 aniversario de la creación de algo que fue mucho más que un lugar. Una filosofía de vida, una mística; o también, para no ser tan solemnes: un "falansterio", como ironizaba Merel.