Muy triste día para la historieta y para los que lo conocimos. Se fue Robin Wood, el guionista que fue leyenda. Uno de los pocos, como Pratt, que amalgamó la historieta y su propia vida en un conjunto único e indivisible.
Final de una historieta que dibujé a lápiz para el magnífico pincel de Lito Fernández, allá lejos y hace tiempo. Sé que en este día, a Robin le hubiera gustado escuchar las sentidas palabras que dice su personaje ante la tumba del amigo
Sin embargo ahora nos toca despedir tu cuerpo físico, Robin, sin que por eso nos despidamos nunca de tus personajes ni de tu obra gigantesca. Si hay un Valhalla de los historietistas, allá estarás, encantando con tu magia a tantos guerreros de la pluma y el pincel que te precedieron, junto a Lucho, a Vogt, a Mulko, a Leopardi, a Salinas...
Descansa en paz, mago, poeta, aventurero, creador infinito; tu obra es inmortal y queda custodiada por la legión innumerable de tus admiradores.
De la mítica Bienal de Códoba del '79, recuerdo un altercado con Hugo Pratt en un almuerzo, donde Rep y yo entablamos una charla con la chica que acompañaba al Tano desde Italia (seguramente el modelo de Pandora, dado su parecido con ella), cosa que no pareció agradarle al Tano, que se acercó a nuestra mesa y hablándole bruscamente en italiano se la llevó "como a chicharra de un ala". Al rato, sin embargo, me dibujaba un Corto Maltés. Presa presentándome a Joe Kubert en el lugar donde cenábamos, Cascioli declarando que yo, con la melena y barba que lucía por ese entonces, "debería dibujar como Moebius, por lo menos", a lo que contesté que prefería al Giraud de Blueberry, para desconcierto del director de la revista Humor; o a Robin Wood canturreando "Jesus Christ, Jesus Christ" cada vez une nos cruzábamos.
Arriba: Verón, A. Fernández, Alarcón, Ibáñez, Szilagyi, L. Fernández, Cativa, Salafranque y Morhaín. Abajo: Dalfiume, Vitacca, T. Murray, Saichann, Ascanio, María Teresa, Ana María Lameiro, Caliva, Columba, M. Barnes, Massaroli, Villagrán, Robin Wood y Paradiso. Agachados: R. Ribeiro, Ferullo y Torre Repiso
Adiós no te digo; te digo: hasta cada vez que vuelva a abrir una Nippur Magnum, una d'Artagnan, y vuelva a luchar junto al Sumerio Errante, a galopar junto al Cosaco, a jugarme con Savarese, a reir con Pepe Sánchez, a sentir la mirada inquietante de Grace Henrichsen, llevado siempre por el manantial fascinante de tus palabras hacia el mítico reino de la Aventura.
Cuando el grupo Woodiana, le dedicó un grande y merecido homenaje, después de aguardar pacientemente a que desfilaran ante Robin incontables fanáticos enarbolando libros y posters para que se los firmara, pude llegar hasta él y saludarlo. Tardó un poco en reconocer a aquel jovencito que lo visitaba en el estudio Nippur 4 para mostrarle las páginas de Dennis Martin que tenía el privilegio de dibujar para ser publicadas en la revista... ¿d'Artagnan?... allá por... ¿1975...'76..?
Finalmente, cuando le pregunté si se acordaba de "Jesucristo Super Star"... sonrió y y nos estrechamos en un abrazo. Así me llamaba Robin, canturreando la música de la ópera rock en aquellos tiempos de la Bienal de Córdoba, vaya uno a saber por qué...
Tiempos en que se era "muy joven, muy pobre y muy feliz", como decía, parafraseando a Hemingway en uno de sus memorables guiones dibujado por Vogt... Bueno, lo de "pobre" va exclusivamente por mí, claro: Robin ya gozaba por ese entonces de un éxito tan contundente como merecido.
El sábado 17 de marzo se realizó la Primera Reunión Woodiana en un elegante salón del centro cultural La Prove, en pleno centro de Buenos Aires. ¿El motivo? Fundamentalmente, las ganas de verse entre la gente que cultiva un mismo amor incondicional por la historieta nacional, en especial la escrita por este mago de la acción y la aventura, el genial guionista (y creo que la palabra "guionista" le queda chica) Robin Wood
La firma del mago
Todos los que alguna vez trabajamos para Columba, junto al legendario creador de infinitos mundos, de vibrantes aventuras... y de amistades incondicionales
¡¡Buen homenaje!!!
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