Tres años después de su partida, me entero por el amigo y colega Gerardo Canelo, que David Mangiarotti ya no está entre nosotros.
Lo conocí en Columba, cuando dejé de hacer 3 x la Ley (1977) y estaba viendo si me iba de la editorial o me quedaba. Un llamado de Presa, el director de arte, me informó que Mangiarotti necesitaba alguien que le dibujara a lápiz la serie Roland el Corsario, que él había heredado de García López. Su trabajo más conocido era la serie escrita por Robin Wood, Harry White, un éxito de la editorial. Fueron varias historietas, que ocasionaron lo visitara algunas veces en su estudio de Moreno.
Los primeros dólares que vi en mi vida vinieron de su mano, cuando me pidió que se los cambiara en el centro. Recuerdo alguna charla en el Hogar de la Empleada, un lugar donde se comía bien y barato y al que él me llevó un día en que salíamos de Columba. Luego fue mi lugar favorito para almorzar, ya que yo vivía a sólo diez cuadras de allí. Aunque era de pocas palabras, fue uno de los pocos dibujantes con los que yo pude hablar de temas más allá de lo común: filosofía, religión, arte. Una persona culta, excelente profesional.
Por esas vueltas de este trabajo y de la vida, creo que nunca más lo vi y ahora sólo me queda recordar que trabajé con él, sus enseñanzas y los momentos de interesantes cambios de ideas donde se borraba la distancia entre el principiante y el maestro. ¡Gracias, David!
Su trayectoria a grandes rasgos, tal como la historió Comiqueando en 2019, cuando se produjo el fallecimiento:
Su trayectoria profesional se inició en 1960 en la revista Puño Fuerte (donde realiza el personaje “Canada Grey” e historietas bélicas) y en las revistas de la editorial Frontera (Hora Cero y Frontera), en las que colaboró con varias series hasta que estas desaparecieron de los kioscos. También en los ´60 trabajó para la editorial argentina MOPASA y para la estadounidense Charlton, donde dibujaba historietas románticas.
En los ´70, ya incorporado al plantel de las revistas de Columba, le toca hacerse cargo de Roland el Corsario cuando José Luis Garcia Lopez se va a vivir a Estados Unidos. También para Columba trabaja en series como A medianoche, Informe sobre la vida, Harry White y Montana Blue, entre otras. conocidos.
Ya en los ´90 prueba suerte en Chile y más tarde se radica en Bolivia. Allí publica historietas en los principales diarios de La Paz y es considerado un impulsor de la historieta de ese país. De esta época es la serie «El Club de los cazadores de Ovnis», sus adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe y sus historietas de temática futbolística, que trascendieron las fronteras de Bolivia para publicarse con éxito también en Ecuador y Perú.
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