miércoles, 26 de diciembre de 2018

Recordando a Manuel Dorrego en Flores


Los compañeros de la Unidad Básica Felipe Vallese, de La Cámpora de Flores, en el marco de su Feria de Emprendedores que se realizó el viernes 14 de Diciembre en su local de la esquina de Artigas y Bogotá, tuviron la gentileza de invitarme a contar algunas cosas sobre la vida del gran defensor del federalismo, Manuel Dorrego, el hombre que pudo llegar a ser presidente de no ser por una siniestra conspiración unitaria.

Hace las presentaciones, Paula Abadie

Pone en contexto la figura del prócer, el momento histórico que le tocó vivir y las fuerzas en pugna, el historiador Franco Lucietto


  Un video sobre mi historieta con la vida de Dorrego  abre la charla, en la que contaré anécdotas, hazañas y aventuras  que nos mostrarán el ldo humano de este intrépido guerrero, agudo periodista, incansable político y líder federal de primera magnitud


 
 El interés del público se hace notar cuando participa espontáneamente en la conversación


Un momento muy emotivo, al final de la charla, cuando leo el discurso fúnebre que dijera Juan Manuel de Rosas al llegar el cuerpo de Dorrego a su morada final en la Recoleta, al cumplirse un año de su injusta muerte.

Habla Julián Cappa, cerrando la charla y el debte posterior

Todos muy contentos de haber puesto en relieve la figura de un prócer no tan conocido como se debiera.

Ha sido un gusto muy grande haber podido evocar la figura de Manuel Dorrego "victima ilustre de las disensiones civiles", como dijo Rosas, ante un numeroso público de todas las edades que mostró gran interés por conocer y hacer conocer nuestra historia, la que los poderes de turno se esfuerzan por ocultar. Sin ese interés y tenacidad, el pueblo argentino estaría condenado a seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez.


¡Muchas gracias, Paula, Julián, Franco, y a todos los que se hicieron presentes en este día singular, el día siguiente al aniversario 190 del lamentado fin de "El Padre de los Pobres", por haber hecho posible este grato momento de evocación y amor a la patria de todos!

martes, 18 de diciembre de 2018

Rubén Meriggi, compañero de aventuras

El Martes 12 de Noviembre falleció sorpresivamente Rubén Meriggi, a la temprana edad de 59 años. Aunque nunca trabajamos juntos compartimos sin embargo una época de partidos de fútlbol, asados y eventos historietísticos que consolidaron una larga amistad que perduró en el tiempo. No la mellaron largos períodos de tiempo sin vernos. Reencontrarnos era continuar un diálogo dejado hacía un rato apenas. 

1985. Peni, Massaroli, Ramón Gil, Pablo Pereyra, Enrique Meier, Horacio Merel, Rubén Meriggi, hijo de Merel y Miguel Rep


Fines de la década del '80, Uno de los tantos partidos de fútbol en que nos enfrentábamos "los de Columba", los de Humor", "los de Jaime Díaz". Parados: Fer Mut, Rubén Meriggi, Armando Fernández, ... Walter Alarcón y Alberto Caliva; abajo: Massaroli y Peni.

En un asado realizado por los compañeros del estudio Géminis en Ferrocarril Oeste, a cominzos de los '90, con Horacio Merel

El personaje que más satisfacciones le dio: Crazy Jack, su gran creación, con los guiones de Gustavo Amezága



Durante el tiempo en que dejamos de vernos, Rubén desarrolló su particular estilo de dibujo hasta límites de calidad e impacto asombrosos. Aquí su potente versión de Conan el bárbaro

El reencuentro, después de algunos años sin vernos se produjo en el festival Frontera, realizado en Morón, a fines de 2005. No había perdido para nada ni el buen humor ni la energía que siempre lo caracterizó



Dos viajes a Chile, invitados para participar en la Expocomic de Santiago, en 2009 y 2010, nos permitieron compartir días de  inolvidables  caminatas, charlas, bromas, brindis y la feliz comprobación de que seguímos siendo los viejos compinches de antaño


Dando una charla juntos en la Universidad Católica de Santiago de Chile. 2009

En el Hipódromo de Santiago, 2010


En un encuentro realizado en Villa Martelli


Compartindo con Horacio Lalia y Sergio Ibáñez los días del Comicon de Córdoba, la última vez que viajamos juntos


En uno de los tradicionales almuerzos organizados por la familia Columba en la que nos reuniamos los colaboradores de la vieja y querida editorial: con Walter Alarcón y Ramón Columba lll

Para más datos sobre la extensa y exitosa carrera de Rubén, la nota de un experto en historieta argentina, Ariel Avilez: 


Casi sin creerlo, escribo esta nota de despedida. Afloran los recuerdos, muchos. Las recurrentes discusiones y reclamos con los del otro bando cuando jugábamos partidos de fútbol, la primera vez que Rubén  habló en público, en 25 de Mayo, los almuerzos que compartíamos cuando nos visitaba en el estudio Géminis junto con su gran e inseparable amigo Walter Alarcón, almuerzos en que no faltaban las... aletas de tiburón!, los festivales que Rubén organizó repetidas veces en el Hogar Pradere de San Isidro, a los que no dejaba de invitarnos y que eran a beneficio de sus alumnos, la primera vez que lo vi, siendo él un adolescente, cuando salía de casa de Lito Fernández, para el que los dos trabajábamos...

 Mucho más podría escribir sobre las andanzas que compartimos y que ahora ya son dolorida nostalgia por un tiempo irrecuperable, a la vez que alegría de saber que en estos recuerdos Rubén sigue con nosotros permanentemente. 

Por eso, no te digo adiós, Rubén, compañero de aventuras (como me llamabas afectuosamnt), te digo Hasta Siempre.

martes, 4 de diciembre de 2018

Sobre la Historieta histórica y gauchesca

Acaba de aparecer en el espacio virtual el N° 5 de la Revista digital del Instituto de Investigaciones del Área de Folklore, de la UNA, con el nombre de identidad Cultural, y como siempre dirigida por el historiador Hugo Chumbita, en la que se me ha concedido un espacio para un trabajo mío sobre la Historieta histórica y gauchesca a través de más de 100 años de historia argentina. Se ha publicado la primera parte, quedando dos partes más para los próximos números.

Estos son los promeros tramos de la nota: 

LA HISTORIETA HISTÓRICA Y GAUCHESCA (1ª parte)

20/11/2018
El arte de la historieta ocupa un espacio importante en el terreno o cultural, por su capacidad de intervenir en la educación de las nuevas generaciones de manera ágil y entretenida. La Argentina ha producido una de las grandes escuelas de historieta, y muchos de nuestros autores han influido en sus colegas de América latina, Estados Unidos, Europa y otras latitudes. Aquí nos centraremos en la historieta que cuenta nuestra propia historia; algo que no siempre fue fácil hacer, dada la óptica extranjerizante que se nos imponía. En una visión amplia −aunque no exhaustiva− del recorrido de este género, veremos cómo, tras comenzar imitando a los grandes maestros norteamericanos, empieza a surgir la inquietud de buscar un lenguaje propio, pasamos por la influencia italiana y francesa, y vivimos los vaivenes del mercado editorial nacional.

   Hace un tiempo participé de una animada charla entre dibujantes chilenos y argentinos, donde la discusión se empantanó en el dilema “manga japonés versus comics norteamericanos”. Se puso mucha energía en argumentar a favor o en contra de ambas formas de narrativa gráfica, pero nadie mencionó ni abogó por una historieta nacional. ¿Es natural esto? ¿No deberíamos dedicar más tiempo y esfuerzo a descubrir, difundir y realizar una historieta que tenga que ver con nosotros mismos? ¿No es alienante poner tanta atención en lo que nos llega de otras regiones y tratar de imitar lo que no somos? ¿No sería bueno que nos ocupáramos más de contar la historia de nuestros países, de nuestro continente?

   Se me preguntará tal vez qué es una historieta nacional, trayendo a colación el dilema que planteaba Alberto Breccia en 1978: “¿Con qué patrón definimos lo nacional? ¿Es nacional El Eternauta porque transcurre en Buenos Aires y no el Sargento Kirk porque pertenece a la épica de la conquista del Oeste norteamericano, aun cuando las dos hayan sido escritas y dibujadas en el país?“ (Trillo y Saccomanno, 1980: 152).

   Trataremos de aportar datos que ayuden a encontrar una respuesta. En casi noventa años que abarca el desarrollo de esta forma de expresión en la Argentina, hay una extensa producción de historietas que contemplan nuestra historia, recreada por una legión de artistas que tenían y tienen el corazón "mirando al sur".

Los primeros gauchos de tinta
Debo al aporte de Cipriano Lavalla el descubrimiento de una curiosa historieta infantil de Cándido Villalobos, en la revista Caras y Caretas de mayo de 1899, que
muestra el ensayo de una historieta nacional ya en el siglo XIX ¡nada menos que con el emblemático Juan Moreira como protagonista!

  Desde 1912 se comienzan a publicar historietas de manera continuada en Caras y Caretas: estadounidenses las primeras, ya que ese fue el origen del llamado “noveno arte”. Pasaron unos cuantos años hasta que editores y artistas repararon en nuestro pasado como fuente de relatos tanto o más interesantes que los importados. Ello comenzó a fines de la época del yrigoyenismo, con dos tiras que presentaban como personaje principal una gran figura mítica: el caudillo Facundo Quiroga.  

   En 1928 aparece “El Tigre de los Llanos”, desde el número 1 de El Tony, la primera revista de historietas del mundo, publicada por la incipiente Editorial Columba. La dibujaba un conocedor del tema, Raúl Roux, dando inicio al ciclo “Pasajes de la historia argentina”.



Agradezco profundamente a la gente que hace Identidad Cultural con tanto amor y dedicación, la generosidad con que se me ha otorgado este espacio, que espero mi trabajo, fruto de largo tiempo de imvestigación y estudio, pueda llegar a merecer. Los lectores dirán.
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