Entre los días 18 y 21 de septiembre se desarrolló el segundo festival internacional de historietas Comicópolis, en el predio de Tecnópolis, una de las muestras de arte, ciencia y tecnología más grandes del mundo. Comicópolis no desentonó.
A poco de llegar me encuentro con el padrino del festival, el gran Horacio Altuna
Allí estuvimos, con el compañero Oenlao, haciéndonos cargo de un stand de La Duendes, en el que si bien se extrañó la presencia de muchos de sus integrantes, hicimos todo lo posible por representar a nuestra editorial favorita lo mejor posible.
Oenlao, Guillermo Ortiz, ganador del Primer premio de Historieta del Salóon Mercosur del Museo Diógenes Taborda, y Massaroli
Con el autor y editor Marcelo Pulido, buscando inspiración en la impresionante muestra sobre El Eternauta, que acompaña a Comicópolis
Por mi parte, sólo asistí dos días: el primero, jueves 18, y el sábado 20. Fueron suficientes para llevarme la mejor impresión de este evento que Buenos Aires estaba esperando hace años. Recorriendo sus pasillos y stands, me sentí por momentos en la Expo Comic de Santiago de Chile o en la Comic Con de Caracas o en la Dibujantes de Rosario. Encuentros con amigos, gente nueva interesada en nuestros trabajos, el mejor espectáculo eran los miles de asistentes atiborrando los stands, pidiendo autógrafos, comprando publicaciones, en fin... ¡un lugar donde los que cultivamos el Noveno Arte estamos como en casa!
Primeros amigos que pasan por el stand: Jorh, Silvio Kiko y Manuel Cativa
Grata sorpresa: los jóvenes visitantes conocían la historia de Manuel Dorrego y me acribillan a preguntas sobre el héroe. ¡La juventud no está perdida!
Intercambiamos obras con César Carrizo, el infatigable tucumano que difunde el amor por la historieta y nuestra historia dondequiera que va
Con los amigos Smilton Roa Klaassen y Esteban Espósito, el Magni
Mucha más gente el sábado, claro. El jueves había sido un dia casi íntimo, para instalarnos, conocernos y reencontrarnos los protagonistas del evento. Otra cosa el sábado: una avalancha de gente de todas las edades, muchos de ellos que venían a enterarse qué es eso de la historieta, ya que concurrían a pasar el dfía en Tecnópolis, pasaban por allí... y entraban a ver qué onda... ¡y no salían más!
Infaltable en estos eventos, Batman, esta vez sin Robin
Hablando de Batman: uno de sus más grandes cultores. el amigo Matías martín Saucedo
El cosplay tampoco podía faltar
Con el conductor del programa radial Pánico Rock and Comics, Alberto Scholiadis
Entre la gente macanuda que conozco aquí, se encuentra el amigo misionero Oscar Iñones, que en las horas cruciales de la siesta, no me dejó faltar el mate salvador.
A la hora de partir, nos despide el gigantesco robot que custodia las instalaciones
Al día siguiente, memoria y balance de las publicaciones y obsequios recibidos. ¡Muchas gracias a todos!
En medio de l ajetreo, me lo crucé a Robin Wood, a Pátricia Breccia, a Horacio Lalia, me encontré con Sergio Ibáñez y sus alumnos, lo vi pasar de aquí para allá, atareadísimo, a Andrés Accorsi, uno de los felices organizadores, a Gustavo Ferrari, a Tomás Coggiola, a Adrián Paglini, a Alan Dimaro, a Max Vadalá, pasé por infinidad de stands como el de Gustavo Lucero, el de Ariel Avilez, el de´Jorge Machín, el de Pablo Lizalde, nos visitaron compañeros de La Duendes como Daniel Galantz, Sergio Castro, Keki, aparecieron queridos amigos que hacía mucho no veía como Silvia Urich y el "Chino" Kuhn, y muchos más, en un desfile incesante de amigos y colegas, ¡hasta gente de mi pueblo, Villa Ramallo!, en fin... ¡tal vez lo mejor de todo en estos dos días intensos sean estos breves y felicies momentos de reencuentro, abrazo y promesa de "vernos pronto"!.
¡Que se repita!
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